Siempre es grato llegarse hasta Berbinzana. En contraste con el aspecto altivo y escarpado de Artajona, Miranda o Larraga, su bonito emplazamiento junto a un meandro de la orilla derecha del Arga, lo apacible de las huertas que le rodean y su escaso tráfico rodado hacen de esta villa eminentemente agrícola de nuestra Zona Media un lugar acogedor y agradable.
Hoy, domingo 7 de septiembre, Berbinzana ha celebrado su fiesta de la Agricultura Ecológica. Con sencillez, sin aglomeraciones, pero con todo el apoyo y cariño de la población, lo que explica que la de este año sea ya la novena edición. Allí hemos visto y hemos tenido oportunidad de adquirir frutas, hortalizas, cereales, infusiones, hierbas medicinales, jabones, pomadas y muchos otros productos ecológicos. Se ha rendido un pequeño homenaje a los productores locales y la comida popular estaba también elaborada con ingredientes de producción ecológica.
Frente a la utilización abusiva de la agricultura convencional, que contamina la tierra y degrada inevitablemente el ecosistema, la alternativa ecológica trata de sensibilizar a la sociedad en el respeto al ciclo biológico natural y al medio ambiente y de incorporar al proceso productivo valores éticos de carácter social. Además, los productos ecológicos tienen un valor añadido puesto que permiten el desarrollo de los pequeños mercados y la supervivencia de las pequeñas explotaciones.
Celebraciones como la de hoy en Berbinzana son oportunas para recordar que la tierra no es una herencia de nuestros padres, sino algo prestado, que tenemos que dejar en condiciones dignas a nuestros hijos.
Hoy, domingo 7 de septiembre, Berbinzana ha celebrado su fiesta de la Agricultura Ecológica. Con sencillez, sin aglomeraciones, pero con todo el apoyo y cariño de la población, lo que explica que la de este año sea ya la novena edición. Allí hemos visto y hemos tenido oportunidad de adquirir frutas, hortalizas, cereales, infusiones, hierbas medicinales, jabones, pomadas y muchos otros productos ecológicos. Se ha rendido un pequeño homenaje a los productores locales y la comida popular estaba también elaborada con ingredientes de producción ecológica.
Frente a la utilización abusiva de la agricultura convencional, que contamina la tierra y degrada inevitablemente el ecosistema, la alternativa ecológica trata de sensibilizar a la sociedad en el respeto al ciclo biológico natural y al medio ambiente y de incorporar al proceso productivo valores éticos de carácter social. Además, los productos ecológicos tienen un valor añadido puesto que permiten el desarrollo de los pequeños mercados y la supervivencia de las pequeñas explotaciones.
Celebraciones como la de hoy en Berbinzana son oportunas para recordar que la tierra no es una herencia de nuestros padres, sino algo prestado, que tenemos que dejar en condiciones dignas a nuestros hijos.
Praxku