La condena o reprobación del último atentado mortal de ETA en Santoña ha servido para que quienes instrumentalizan la violencia hayan intentado sacar tajada a costa de poner en evidencia a NaBai. El patrono de UPN, Miguel Sanz, enseguida lanzó carnaza. NaBai vota diferente en Pamplona que en Madrid. El mensaje plano era que Zabaleta se abstiene, mientras Barkos rechaza claramente el asesinato del brigada Luis Conde.
El perrito faldero del PSN, a través de José Luis Izco, enseguida salió tras el hueso y la prensa afecta al cortijo navarrorum ha tenido nueva ocasión para hurgar en la llaga. Desde el partido único en el que se ha convertido UPN-PSE, el apoyo o no a la labor de los cuerpos policiales del Estado y de los tribunales de justicia españoles fue la ponzoña introducida para crear confusión..
Está más que claro que NaBai reprueba o condena, según se prefiera, la violencia política de ETA. Sin embargo, mientras no haya un criterio unificador de declaraciones lo que se trasmite a la opinión publica, con la inestimable ayuda de la derecha demagógica, es que NaBai es la coalición de la confusión. Un guirigay en que cada cual va a su aire.
Es cuestión de aunar criterios. De manifestar una sola postura. Clara. Como, por ejemplo, hicieron el otro día en Tafalla los dos concejales de NaBai en el Pleno del Ayuntamiento. Se sumaron tajantes a la condena presentada como cebo por la derecha y los socialistas. Empero, ello no fue óbice para matizar que no estaban conformes con todo el texto y que en aras de la defensa primordial derecho a la vida se obviaban, de momento, otros puntos introducidos en la moción con perversidad.
Urge, cada día más, que NaBai pase de ser una caduca coalición electoral para convertirse en algo más. Ni siquiera ya es válida, a mi juicio, la idea de coalición de partidos con apoyo de independientes. Es perentoria la creación de un cuerpo nuevo de afiliados a NaBai, única y exclusivamente de la formación, que de coherencia a una nueva estructuración interna radicalmente democrática.
Eso es lo que demandó un amplio número de asistentes de la última Asamblea celebrada a comienzos del verano en el Baluarte. Desde entonces, nada. Bueno, sí. Decenas de ocasiones que aprovecha la competencia para meter cuña ente los socios de la coalición y desanimar a los nabaizales. La última tachar a NaBai de ambigua ante los atentados de ETA, de nadar entre dos aguas o, si es el caso y no hay respuesta, cargarle próximamente la muerte de Manolete. Al tiempo.
Beltrán Gárriz