Se va a celebrar el sábado en Tolosa un homenaje a las 24 personas, nacidas en la localidad o vinculadas a ella, que murieron víctimas de la violencia política, fuese ésta de ETA, de los comandos autónomos o del GAL. Protagonizaron la presentación del acto Maixabel Lasa, viuda del que fue concejal en Tolosa y gobernador civil Juan Mari Jauregi, y Jokin Bildarratz, actual alcalde, además de presidente de la Asociación de Municipios Vascos (EUDEL) y de figura emergente en el PNV.
Tolosa, cuna de Elkarri, ha sido desde hace tiempo, pionera en iniciativas audaces en busca del desbloqueo del conflicto político. Pero lo que se intenta esta vez es un intento comprometido de verdad. Los partidos representados en el ayuntamiento han dado todos ellos la conformidad, pero veremos si desde la dirección máxima de todos ellos comparten esa participación. Porque no es sencillo crear un clima que pueda servir a la vez de reparación de la memoria de víctimas tan dispares como Juan María Araluce, miembro del Consejo franquista del Reino, el socialista Juan Mari Jauregi, o víctimas del GAL, como Juan Carlos García Goena, que cruzó la frontera por no ir al servicio militar, o Lasa y Zabala, cuyos familiares fueron apaleados cuando enterraron sus cuerpos y a quienes Garzón prohibió el año pasado que se les recordase en el 25 aniversario de su muerte.
No es sencillo, porque cuando se habla de víctimas, donde parece haber consenso en los principios, enseguida aparecen los desacuerdos y los reproches. Cada colectivo tiene "sus" víctimas. Con lo que en vez de crear las condiciones para la superación de los sentimientos de agravio, estamos contribuyendo a reforzar el caldo de cultivo de su prolongación sine die. Pero ojalá sea un éxito lo del sábado. Sería señal de que se van imponiendo de verdad en la sociedad valores tan obvios como el rechazo de la utilización de la violencia como recurso político y el respeto al dolor ajeno en una sociedad en la que el sufrimiento no es exclusivo de nadie.
Praxku
Tolosa, cuna de Elkarri, ha sido desde hace tiempo, pionera en iniciativas audaces en busca del desbloqueo del conflicto político. Pero lo que se intenta esta vez es un intento comprometido de verdad. Los partidos representados en el ayuntamiento han dado todos ellos la conformidad, pero veremos si desde la dirección máxima de todos ellos comparten esa participación. Porque no es sencillo crear un clima que pueda servir a la vez de reparación de la memoria de víctimas tan dispares como Juan María Araluce, miembro del Consejo franquista del Reino, el socialista Juan Mari Jauregi, o víctimas del GAL, como Juan Carlos García Goena, que cruzó la frontera por no ir al servicio militar, o Lasa y Zabala, cuyos familiares fueron apaleados cuando enterraron sus cuerpos y a quienes Garzón prohibió el año pasado que se les recordase en el 25 aniversario de su muerte.
No es sencillo, porque cuando se habla de víctimas, donde parece haber consenso en los principios, enseguida aparecen los desacuerdos y los reproches. Cada colectivo tiene "sus" víctimas. Con lo que en vez de crear las condiciones para la superación de los sentimientos de agravio, estamos contribuyendo a reforzar el caldo de cultivo de su prolongación sine die. Pero ojalá sea un éxito lo del sábado. Sería señal de que se van imponiendo de verdad en la sociedad valores tan obvios como el rechazo de la utilización de la violencia como recurso político y el respeto al dolor ajeno en una sociedad en la que el sufrimiento no es exclusivo de nadie.
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