Tras la conquista del Reino de Navarra en el año 1512, el Cardenal Cisneros ordenó la destrucción de la gran mayoría de sus castillos además de torres, recintos amurallados, iglesias fortificadas y palacios.
Cristóbal Villalba, coronel castellano que ejecutó las órdenes del cardenal, escribió lo siguiente:
Navarra está tan baja de fantasía, después de que vuestra señoría reverendísima mandó derrocar los muros, que no hay hombre de este reino que alce la cabeza.
Casi quinientos años más tarde, quisimos hacer nuestro particular homenaje al reino de Navarra visitando las pocas ruinas visibles desde el aire. (klik egin-ver más)