"Es una responsabilidad. Nos ha caído este muerto ahí y el Gobierno tendrá que tomar medidas en cuanto avisen los médicos porque no sería bueno para España que se muriese en nuestro país", respondió el presidente cántabro Miguel Angel Revilla a Tele5 al ser cuestionado sobre la salida a la situación de Aminetu Haidar. Revilla añadió que en caso de que la vida de la activista saharaui esté en riesgo "debería ser alimentada a la fuerza".
A Revilla le trae, por tanto, sin cuidado, lo que le ocurra a Aminetu fuera de España. Nada nos puede extrañar ya de la incontinencia de este osado individuo elevado a presidente de su comunidad, que insultaba reiteradamente a las instituciones vascas y que le cogió gusto a contar públicamente cómo se estrenó en las Cortes de Bilbao. Mejor haría en responder de su incompetencia ante los propietarios que adquirieron su vivienda en zonas protegidas cuando él era consejero de Obras Públicas de Cantabria y que ahora tienen que aguantar de forma exclusiva las consecuencias.
Praxku
Praxku