¿Por qué pese a la palpable disminución de fieles y el descenso de las donaciones que esto conlleva, las arcas y el patrimonio de la Iglesia católica de nuestro país no parecen verse afectados? La culpa la tiene, en buena medida, la reforma que hizo el Ejecutivo de José María Aznar en 1998 de la Ley Hipotecaria, que permite a la Conferencia Episcopal registrar a su nombre inmuebles como templos, cementerios o casas sacerdotales que, hasta ahora, carecían de títulos de propiedad. Un libro recientemente publicado cifra en más de mil los inmuebles que han pasado a ser propiedad de la Iglesia española por este método sólo en Navarra. Los autores reclaman ahora que el Estado haga público a cuánto ascienden estas inmatriculaciones ... (Ver más-Klik egin)
V.V. (elplural.com)