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domingo, 2 de mayo de 2010
"BIL GAITEZEN" EKIMENAK MAHAINGURU BAT ANTOLATU DU HURRENGO OSTIRALERAKO
EL VALOR EXTRAORDINARIO DE ONCE GINECÓLOGOS NAVARROS
Falaz, porque entre los suyos hay quien -la alcaldesa Barcina-, mientras se manifiesta junto con la ultraderecha fetista en Madrid, oculta activa y pertinazmente la existencia de las víctimas de la violencia que no le placen o de los desaparecidos de la Guerra Civil, perpetrando contra su recuerdo una desalmada y bochornosa muestra de humor negro: véase el lugar y las dimensiones de la placa que no tuvo más remedio que ordenar colocar, en memoria de los fusilados en los fosos de la Vuelta del Castillo.
Los fetistas no dudaron en los años ochenta en intentar llevar a la cárcel a los médicos que practicaron abortos legales y sembrar panfletos en su lugar de trabajo, tratándoles con nombres y apellidos de asesinos. Los fetistas no han dudado hasta hoy en insultar y perseguir judicialmente (ahora les va a ser más difícil) a los que se atreven a cumplir la ley. Y los fetistas mandan en Navarra; y no sólo por méritos electorales propios.
Por eso los once ginecólogos de Navarra firmantes de una carta pública, que desvela la mentira sostenida por Kutz de que todos los médicos navarros se negaban a intervenir en abortos, han demostrado un valor cívico extraordinario. Por eso es repugnante la maniobra de decir ahora que los objetores antiaborto son los anestesistas y enfermeras. Todos sabemos que es también falso, aunque ignoro si algunos de ellos contradirán públicamente a los dirigentes de UPN, porque para hacerlo no basta el valor ordinario. Ya saben cómo las gasta el fanatismo, sobre todo cuando está amparado por el poder político.
Eduardo Lacasta Zabalza (en Diario de Noticias)
LA ASAMBLEA DE LUZURIAGA APROBÓ EL PROYECTO DE INVERSIÓN
DEBATE SIN ACUERDO EN EL PLENO DE PERALTA
En concreto, este punto hacía referencia al fondo de construcción de las viviendas, establecido en 14 m, pero donde fueron construidos 16.
El concejal de urbanismo Juan Carlos Castillo explicó que ésa era la profundidad que tenían las casas antes de ser derribadas, y que por eso se llegó al acuerdo de modificar las normas.
Por parte de UPN, Sagrario Guinduláin dijo que estaban en contra de la modificación porque consideraban que ésta suponía una discriminación para el resto de vecinos de la misma unidad, que estaban de acuerdo en legalizar los 16 metros, siempre que se beneficien todos los vecinos de la unidad. (klik egin-ver más) peralta.es