16 de agosto. Después de casi mes y medio de vacaciones Navarra Confidencial ha reanudado hoy su actividad. Tras un verano en absoluto caracterizado por la escasez de movimientos de índole política, tenía su morbo conocer con qué tema reaparecerían, es decir, qué es lo que más inquieta del momento a este medio de presión integrista, azote del vasquismo, del laicismo y de la libertad sexual, rancio pero influyente, en absoluto testimonial en la vida política y social de Navarra.
Y he aquí que por esta vez no se trata de inquietud, sino de incontenido e indisimulado alborozo por lo que vislumbran como probable nueva ruptura de NaBai. Ese es el tema elegido para abrir el nuevo curso político. Es mayor el desahogo que les causa esa fragmentación que la inquietud por la acumulación de fuerzas derivada de un virtual acuerdo Bildu-Aralar. Preferirían que Bildu estuviese ilegalizado, desde luego, pero a pesar de las apariencias, no es ese su fantasma, por más que su constante invocación la utilicen como elemento de cohesión. Lo que de verdad les ha inquietado durante estos mismos años es el giro emprendido por un sector del abertzalismo hacia estrategias aglutinantes de todo el espacio progresista, basadas en un espacio navarro de decisión y en la prioridad de desalojar a la actual casta dominante. Como decía hace unos días Juanako Aoiz, no es la acumulación de fuerzas soberanistas lo que quita el sueño a la derecha navarra.
Praxku