Sirva esta carta como testimonio de mi particular homenaje a esta familia de castas tafalleses. Los Arregui, los "Píos" con cariño local, son una de esas familias que callaron su desgracia al asesinar a uno de los suyos. Llevaron con la mayor dignidad la pérdida y recuerdo de su tío sin perder el ánimo para la reivindicación y la fiesta.
Dani Arregui, al relatar en un magnífico manifiesto la vida de su tío-abuelo, finalizó con vivas a su recuerdo, a Tafalla, a la Peña Sport, al Aguazón y a Euskal Herria. Todo en conjunto es nuestro pueblo y nuestras gentes.
En un programa entrañable, reivindicativo y alegre quedó una anéctota que escuché desde niño a mi padre: En Tafalla de los finales de los cincuenta pasó por Tafalla el dictador Franco. Al parecer iba para Yesa a inaugurar el pantano. Al pasar por nuestra ciudad todas sus gentes fueron "invitadas" a acercarse a su paso por las calles de la ciudad. Los tajos y escuelas guardaron un tiempo de fiesta para aplaudir al "invicto" general. En la fábrica de Armendáriz sólo una persona quedó en el trabajo. Se trataba de Julia Arregui, hermana del asesinado y ahora homenajeado Emilio, que mantuvo el orgullo y la memoria familiar negándose a vitorear al dictador.
Nobleza obliga, querida familia. Qué pena que faltara Jesús Mari.
Con mi agradecimiento por vuestra amistad.
Amorrortu, en La Voz de la Merindad