Aralar propone en
la ponencia para la Conferencia Política que celebrará a últimos de septiembre
una reorientación estratégica para EH Bildu basada en el reconocimiento del ámbito
de decisión navarro. No sé si, como dicen, es “la última oportunidad para recuperar su proyecto”, pero sí es
cierto que más allá del protagonismo que les da sobre todo su privilegiada
posición parlamentaria, fruto de la sobrerrepresentación que se aseguraron en
las negociaciones de las listas de NaBai 2011, su relevancia social actual y su
aportación numérica y cualitativa a EH Bildu son bastante reducidas, por lo que
cuesta entender en otras claves que la del oportunismo sus prisas por recuperar
las señas de identidad que ellos mismos abandonaron al reventar NaBai y
secuestrar su marca.
Muy relacionada con
esa incongruencia está la demagogia a la que recurren en la ponencia al
intentar reducir la actual Geroa Bai al PNV (“Geroa Bai, es decir, el PNV”), en línea con la recurrente estrategia
de Aralar de ningunear a los independientes nabaizales, el colectivo más
integrador e incondicional del proyecto de Nafarroa Bai y principal impulsor de
la ponencia política de 2007. Para terminar recurriendo ahora al manifiesto
fundacional de Zabaltzen que hablaba de “Navarra
como sujeto político, y de un cambio pluralista en nuestra comunidad,
respetuoso con sus identidades”.
De cualquier
manera, sería muy de desear que esa inspiración en el espíritu “
genuinamente
navarro” que ahora se reivindica se generalizase en todos los ámbitos del
vasquismo y del abertzalismo. Al fin y al cabo, no es sino la interpretación de
la foralidad y el reconocimiento de la universalidad del derecho a decidir. Por
más que tanto la trayectoria política de la izquierda abertzale, sin olvidar
los posicionamientos que al respecto tuvo algún dirigente histórico navarro de
EA, como las dudas que suscita la génesis
de la propuesta, hagan temer por su recorrido.
Praxku
