Sinceramente,
afrontábamos el partido de hoy con cierta esperanza y expectación por
reencontrarnos con un viejo conocido, el Osasuna de las grandes tardes. La lógica
nos decía que ya iba tocando una alegría después de tantos sinsabores, Pero no
ha podido ser, una vez pasado el cabreo inicial y con la derrota a medio
digerir, me pongo a reflexionar. Ha dolido y mucho la forma de perder, no solo
porque nos han remontado fácilmente, sino porque no hemos tenido arrojo y
decisión para ir a por el empate y poner contra las cuerdas a un equipo que
estaba en una situación similar a la nuestra.
Nube Roja