Grandes multinacionales son ahora las dueñas de las más importantes empresas de alimentación españolas. La deslocalización de la producción, con el consecuente cierre de explotaciones agrícolas, la pérdida de cientos de miles de empleos y una peor calidad de los alimentos son los estragos que conlleva el dominio del sector en manos de grandes inversores extranjeros. (klik egin-ver más)
Laura Zamarriego, en Argenpress