Decía Manuel Vázquez Montalbán por boca de del detective Pepe Carvalho que había que ser precavidos e ir guardando algunos ahorrillos, para que en la ancianidad pudieras pagar a alguna persona por limpiarte el culo, ya que no podías garantizar que alguien te lo fuera a limpiar por cariño.
Hacerse viejo no tendría nada de malo si no fuera por la pérdida de la autonomía personal. Ser consciente, o peor aún no tener capacidad ni pasa eso siquiera, de las progresivas limitaciones y dependencias que puede acarrearte el envejecimiento es terrible. Los cuidadores y cuidadoras que hemos asistido y acompañado al derrumbe físico y mental de alguna persona sabemos esto de primera mano. Como también sabemos que el trabajo físico y emocional que supone esta atención es muy intenso, la soledad del cuidador/a puede generar mucha angustia y los sentimientos frente a la persona a cuidar pueden ser muy ambivalentes. (klik egin-ver más)
Ana Ansa