El Pleno del Parlamento ha aprobado hoy una resolución por la que, “
convencido de la importancia de dotar a la ciudadanía de Navarra de un instrumento público propio de financiación”, se insta al Gobierno de Navarra a la “
presentar en la Cámara, antes de la finalización del año 2016, un informe en el que se describa el conjunto de actuaciones y recursos necesarios al objeto de analizar las posibilidades de recuperar una institución financiera pública en Navarra”.
La resolución ha prosperado con los votos a favor de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu, PSN e I-E y los votos en contra de UPN y PPN.
En la exposición de motivos, la resolución impulsada por el G.P EH Bildu y enmendada junto a Geroa Bai, Podemos-Ahal Dugu e I-E, se remite a la interpelación celebrada el 12 de noviembre, en el curso de la cual el Consejero de Desarrollo Económico dio cuenta, de entre las líneas de trabajo puestas en marcha, del informe encargado para “analizar las opciones y fórmulas adecuadas para la creación de una entidad financiera pública al servicio de las personas, empresas, instituciones y objetivos sociales que determine la sociedad de Navarra”. El proponente destaca la “importancia” del citado informe y advierte sobre la “trascendencia que las herramientas de financiación tienen para el desarrollo económico y social de toda sociedad”.
El Pleno del Parlamento ha aprobado hoy una resolución por la que, “convencido de la importancia de dotar a la ciudadanía de Navarra de un instrumento público propio de financiación”, se insta al Gobierno de Navarra a la “presentar en la Cámara, antes de la finalización del año 2016, un informe en el que se describa el conjunto de actuaciones y recursos necesarios al objeto de analizar las posibilidades de recuperar una institución financiera pública en Navarra”.
No hacía falta ser un lince para imaginar la trastienda política que ocultaba la operación que dio origen a Ciudadanos. Tras las recientes confesiones de Enrique de Diego, uno de los fundadores de Intereconomía, ahora ya sabemos que un multimillonario irlandés, Declan Garley, financió en 2009 su salto a la política estatal mediante un pacto con Libertas, y que fue el ultraderechista Julio Ariza, quien para entonces se había hecho dueño del Grupo Intereconomía, el artífice de la operación, auspiciada por el PP.
