A primera hora de la tarde de ayer domingo nos llegó primero en forma de rumor la nefasta noticia. Era demasiado cruel pero enseguida se confirmó fatalmente. Carlos del Villar había fallecido de forma repentina. Sus muchísimos amigos de Beire y de tantos lugares de la geografía navarra le han despedido esta tarde desconsolados. También fue un buen amigo de Gerinda Bai, siempre dispuesto a ayudarnos con sus informaciones y sus sugerencias. Como lo hacía con todo el mundo y con todas las causas progresistas y populares. Para la organización de conciertos para la juventud o para constituir un grupo por la memoria o buscando apoyos en los pueblos vecinos para completar un autobús para el Oinez Le han llorado también en Villafranca, donde residió durante algún tiempo y donde colaboraba en el Día del Euskera. En Valtierra y en otros pueblos también dejó huella. Zuk ereindakoak izango du ondorenik. Adiorik ez, Karlos.
Transcribimos una carta que nos mandan sus amigos de Beire:
Semea, osaba, iloba, lehengusua, laguna….galdu dugu. Beireri negarra dario zu oroitzean, Karlos. Zure falta nabarituko dugu mendian bidea bilatu nahian, biderik ezean zuk asmatu egin ohi bait zenuen. Dantzan jarduten dugunean nola ez dugu, ba, gogoratuko, zure modu trakets eta dibertigarria? Bihar bertan izango den udaburuan, San Juango suaren gainetik salto egiterakoan burura etorriko zaigu zenbat maite zenuen natura, gure lurra, gure usadioak eta gure oroimena. Herriaren etorkizunari begira beti erne, beti eskura eta beti prest. Gogoratuko zaitugu Gerindan, Orbaibarren txirringan, naparmex entzutean, Sadarren, herrietako festetan, afarietan, gure hizkuntza ikasteko ahaleginetan, beti egongo zara gurekin, Karlitos.
Mila esker, bihotzez, eman diguzun guztiarengatik.
Zure lagunek.
Hemos perdido a un hijo, un tío, un sobrino, un primo, un amigo.
Beire llora hoy recordándote, Carlos, será imposible olvidarte porque cuando estemos otra vez por el monte buscando un camino te echaremos de menos, tú que los conocías todos y si no los inventabas. Cuando estemos bailando recordaremos lo mal que lo hacías y la gracia que nos hacía. Cuando mañana en el solsticio saltemos la hoguera recordaremos cuánto te gustaba tu tierra, su naturaleza, sus tradiciones, su memoria, su historia. Cómo trabajabas por el futuro del pueblo, siempre preocupado, siempre disponible, siempre organizando o ayudando.
Cuando estemos por Gerinda o Baldorba en bici, cuando escuchemos Naparmex, en el Sadar, cuando lleguen las fiestas de los pueblos, en nuestras cenas, al estudiar nuestra lengua, siempre estarás con nosotros, Karlitos.
Gracias por todo lo que nos has dado.
Tus amigos