Un pueblo de apenas 7.500 habitantes ha reunido a más de 2.000 personas que han rechazado «el montaje policial y mediático» producido tras los hechos del pasado fin de semana y han denunciado la «asfixiante» presencia de la Guardia Civil en Altsasu.
La movilización ha transcurrido sin incidentes. El único momento de tensión se ha producido con la aparición de Consuelo Ordóñez junto a tres personas, portando carteles de «Fuera odio». Segundos antes, los convocantes han advertido de que «no se debe caer en la provocación».
Durante la marcha, se han coreado lemas como «Alde hemendik, utzi pakean», «Herriak ez du barkatuko» o «Torturatzaileak kanpora».
Asimismo, se ha criticado el papel jugado por la mayoría de los medios de comunicación, que desde un primer momento dieron por buena una versión de los guardias civiles que se ha desmontado con la declaración de la pareja de uno de ellos ante la Policía Foral.
naiz.eus