La oposición tripartita al Gobierno de Navarra está exasperada por la proposición de modificación de la Ley Foral del Vascuence que permita la incorporación a la Zona Mixta de los municipios que lo soliciten. Una propuesta de calado que lejos de perjudicar a nadie, abre posibilidades y restituye parcialmente derechos. En el pleno del Parlamento de hoy, que ha tomado a consideración la proposición, se han producido aseveraciones tan contundentes como estas:
Carlos García Adanero (UPN): "se está imponiendo el euskera y se está ninguneando a más del 85 por ciento de la población".
Ana Beltrán (PPN): "Están fracturando a los navarros. La mayoría de los navarros no quiere que el euskera sea oficial en todo Navarra. Los navarros han tenido la posibilidad de aprender el euskera durante 30 años y no han querido. No lo han querido utilizar para su vida ordinaria ni para su trabajo. ¿Se quieren enterar de esa realidad?",
Inma Jurío (PSN): "Está vigente la ley del vascuence de 1986 y estamos conformes con eso. Esta petición de los pueblos es un intento de determinados partidos de hacer el euskera cooficial".
Estas posiciones tan cerriles esconden realmente el miedo a que el euskera, cuya prestigio social se ha recuperado sensiblemente en Navarra durante las últimas décadas, ocupe un espacio progresivamente mayor, por encima del obstáculo de la zonificación. Para quien dude de la sobreactuación argumental de estos tres partidos, resulta ilustrativo recordar la intervención del mismísimo Jaime Ignacio Del Burgo, entonces portavoz de la Agrupación Parlamentaria Popular (AP-PDP-UL) al debatirse en 1986 la Ley Foral del Vascuence:
"Las áreas vascoparlantes no son zonas de fosilización lingüística. Podrán ampliarse o reducirse en función de la demanda social. El bilingüismo podrá extenderse a las restantes zonas en la medida en que el pueblo navarro libremente lo decida. Navarra puede llegar a ser toda ella zona vascoparlante, si tal es la voluntad de su pueblo”. (Diario de Sesiones del Parlamento de Navarra nº 76, de 4 de noviembre de 1986, p. 21.)
30 años han pasado. Suficientes para dar cuenta de una evolución absolutamente negativa respecto al propio espíritu de una ley concebida mucho más para limitar que para extender el euskera. ¿Quiénes son los que se han radicalizado?
(El texto de la intervención de Jaime Ignacio Del Burgo está recogido de la página de Facebook de Miguel Izu)
30 años han pasado. Suficientes para dar cuenta de una evolución absolutamente negativa respecto al propio espíritu de una ley concebida mucho más para limitar que para extender el euskera. ¿Quiénes son los que se han radicalizado?
(El texto de la intervención de Jaime Ignacio Del Burgo está recogido de la página de Facebook de Miguel Izu)