La acción política basada en la mentira y en los discursos tóxicos que azuzan la confrontación social necesita crear mundos paralelos a la realidad que la sustenten. Mundos oscuros y casposos en los que el miedo a todo tipo de acontecimientos apocalípticos es la base. Mundos donde suceden hechos gravísimos y antinaturales contra los que es necesario combatir en guerra santa. Esta semana UPN y PP han tratado de retroceder a Navarra una vez más a ese mundo de miedos acomplejados en el que el eterno que vienen los vascos es el único mantra. Da igual que sean las políticas de apoyo a la normalización del euskera que un festival de folklore cultural de danzas y coros. O nosotros o el caos, dicen y repiten Esparza y Beltrán en los descansos del tiempo que dedican a descalificarse mutuamente. En esos mundos irreales todos tienen miedo de todos y así todos son enemigos de todos. Otra vez el viejo Navarra está en riesgo de ventasi no gobiernan ellos. Ellos son los de siempre. Los otros navarros no son buenos navarros. Son gentes nacionalistas y de izquierdas. No son gente de ley y orden y de eso no se puede esperar nada bueno. En realidad, ese discurso del miedo descubre su miedo a no recuperar el poder perdido que ellos siempre han creído exclusivo suyo por algún tipo de fórmula religioso-alquímica en la que sólo ellos creen. (klik egin-ver más)
Joseba Santamaría, en Diario de Noticias