Larraga quiere celebrar una obra de enorme importancia que consistió en la conducción del agua desde el río, el almacenamiento en un depósito del parque del Castillo y la distribución por las casas y las fuentes públicas del casco urbano.
A nivel social, supuso un extraordinario avance ya que, hasta entonces, la gente del pueblo tenía que bajar al río para lavar la ropa o para recoger agua. Pero desde el 14 de septiembre de 1918, tuvieron el agua en sus casas. Aunque inicialmente fue un servicio que no se lo podían permitir todas las familias y que generó algunas desigualdades, con el paso del tiempo y la instalación de contadores el agua llegó a todos. Hoy, cien años después, el agua, la luz o la electricidad son servicios básicos para todo el pueblo de Larraga.
El Ayuntamiento, siendo consciente de la importancia de la efeméride ha organizado un fin de semana de actividades para recordar el centenario de la obra. El programa comenzará con la presentación de un libro de Historia a cargo de Santiago Moreno. Al día siguiente se lanzará una colección de fuegos artificiales que servirá de apertura oficial del centenario, algo típico del momento que se recuerda. Y el último día acogerá la programación central de la conmemoración.
La Voz de la Merindad