BANQUEROS.- "Me quedo fascinado mirando detenidamente la exquisita oficiosidad de los banqueros: esos fieros depredadores de aspecto humano y modales divinos. Quieren dejar bien claro que ellos no necesitan hacer teatro. No son políticos. No utilizan esa retórica desafiante y enfática de los políticos: esa mendicidad chulesca. Todo lo contrario, adoptan un estilo neutro y eficaz. Una gravedad reservada. Economizando también en gestos y palabras. Un estilo, incluso, ligeramente melancólico. A veces, hasta pueden dar la impresión de estar oficiando una ceremonia religiosa. Una misa dorada. Saben que la más escueta sonrisa podría resultar excesiva en sus caras y actúan con cautela. Sin embargo no puedo evitar ver en ellos la obscenidad del gesto mínimo. Obsceno es indecente, funesto, de mal agüero. Lo que evidencia una cosa: que en el fondo les complace mostrarse. Muestran su dinero, hablan de unas ganancias cuyas cifras ya son siniestras (por no decir sangrientas) en sí mismas. Pero también, y sobre todo, hacen una exhibición de auténtico poder que pone los pelos de punta".
(Del Diccionario Escrito en un Sótano)
Fuente. F.LChivite, en su página de Facebook