La adopción por el Senado de Estados Unidos este jueves de una resolución que reconoce el genocidio armenio “pone en peligro el futuro de las relaciones” entre Turquía y Estados Unidos, advirtió Ankara, quien refuta el término “genocidio”.
“El comportamiento de ciertos miembros del Congreso estadounidense está dañando las relaciones turco-estadounidenses (...) La resolución estadounidense que se aprobó hoy en el Senado pone en peligro el futuro de nuestras relaciones bilaterales”, declaró en Twitter el director de La comunicación de la presidencia turca Fahrettin Altun. Los representantes electos que votaron por esta resolución “permanecerán en la historia como los responsables que han infligido un daño duradero (a las relaciones) entre nuestras dos naciones”, agregó en Twitter.
El Senado de los Estados Unidos aprobó el jueves por unanimidad una resolución que reconoce el genocidio armenio, después de que la Cámara de Representantes lo reconociera formalmente por una abrumadora mayoría en octubre. Llamando a “conmemorar el genocidio armenio” y “rechazar los intentos (...) de asociar al gobierno estadounidense en la negación del genocidio armenio”, este texto no vinculante había sido bloqueado varias veces en el Senado por los aliados republicanos del presidente Donald Trump.
Es probable que la votación en el Senado de Estados Unidos este jueves fortalezca las tensiones con Turquía, en un momento en que las relaciones atraviesan un período delicado debido, en particular, a los desacuerdos sobre Siria.
Muchos historiadores describen las masacres sistemáticas de los armenios durante la Primera Guerra Mundial por parte de las tropas del genocidio del Imperio Otomano, reconocidas por los gobiernos o parlamentos en una treintena de países, incluidos Estados Unidos, Francia y Alemania.
Las estimaciones del número de muertos varían de 600,000 a 1.5 millones. Sin embargo, Turquía rechaza el término de genocidio, como resultado del desmantelamiento del Imperio Otomano en 1920, que reconoce masacres y evoca una guerra civil, duplicada por una hambruna, en la que se encontraron entre 300,000 y 500,000 armenios y tantos turcos. la muerte.
La Vanguardia
La batalla de la fiscalidad entre territorios ha puesto en alerta a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Las notables diferencias a la hora de abordar tributos de recaudación autonómica como sucesiones y donaciones o el impuesto de patrimonio están propiciando que algunas grandes fortunas, las más afectadas por esas figuras tributarias, hayan decidido modificar su domicilio habitual con el fin de reducir su factura fiscal. Autonomías como Andalucía se han lanzado al juego de las rebajas. Pero una de las grandes beneficiarias del movimiento de patrimonios en busca de impuestos más laxos dentro del propio territorio español ha sido la Comunidad de Madrid. Favorecida por el efecto capital y la cada vez mayor concentración corporativa, Madrid tiene además bonificado al 100% el impuesto sobre el patrimonio, que ha renunciado a cobrar, y en un 99% el relativo a las herencias y donaciones sin excepción. (klik egin-ver más)
