La expedición que hicieron el 20 de julio de 1920 a Olite/Erriberri los participantes del segundo congreso de la Sociedad de Estudios Vascos/Eusko Ikaskuntza que se desarrollaba en Iruña no tuvo solo como interés el Palacio Real, sino que también, y no en menor importancia, el objetivo era analizar “in situ” el destacado entramado de empresas cooperativas que Victoriano Flamarique dirigía en la localidad, un sacerdote que había colaborado con la institución desde su creación por las diputaciones forales.
Los excursionistas visitaron, primero, Estella/Lizarra y luego recalaron en el municipio que acogía el trabajo pionero del cura de Santa María, un Flamarique que ya había propagado los beneficios del asociacionismo campesino y la creación de empresas sociales desde el primer congreso fundacional de Oñati (1918). El acta del viaje del que se cumple el centenario cuenta que tras ser recibidos en la estación por una multitud, se dirigieron con las autoridades locales al Circulo Católico para visitar sus dependencias, “sin excluir una modesta Biblioteca”. “Atentos siempre a las explicaciones del señor Flamarique, alma de toda la obra social que resplandece en Olite”, precisa el cuaderno, los congresistas pasearon por edificios y oficinas “de esta magna empresa, que comenzó en el año 1904 con la creación de una Caja rural”.
Los visitantes, continua el relato, conocieron como después los vecinos organizados constituyeron su propia cooperativa de abonos y una fábrica de harina federada con San Martín de Unx, Ujué y Pueyo. Un año después, en 1909, se fundó una cooperativa para gestionar la producción y consumo de electricidad desde lo local “con tarifas desconocidas por su baratura”. Los socios compraron una central en la Foz de Lumbier y construyeron otra en Gallipienzo, que “da luz a cuatro pueblos y mueve la fábrica de harinas, motores de dos bodegas ... “.
Finalmente los expedicionarios se pararon en la joya de la corona, la Bodega Cooperativa Olitense creada en 1912 y que ya proyectaba su ampliación. “En nuestra visita pudimos estudiar de cerca esta obra admirable, y hasta probar algunos de los vinos almacenados en las inmensas bodegas modelo...”, escribe el redactor de la memoria que, tras supervisar unas excavaciones en el derruido Palacio, fueron nuevamente obsequiados con un refresco y, antes de regresar en el tren a Pamplona, “el pueblo nos despidió cariñosamente”.
El II Congreso de Estudios Vascos se había inaugurado el 18 de julio en el Teatro Gayarre con las intervenciones de Arturo Campión, como miembro de la permanente de la Sociedad; José María Landa, Alcalde de Pamplona; Lorenzo Oroz, Vicepresidente de la Diputación de Navarra y el Ministro de Gracia y Justicia de Alfonso XIII, Gabino Bugallal Araújo, conde de Bugallal
El Olitense