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miércoles, 4 de noviembre de 2020

"CARLA", NUEVA NOVELA JUVENIL DE LA TAFALLESA BEGOÑA LISÓN

     Algunos adolescentes de Olite/Erriberri que van al Instituto de Secundaria Sancho III el Mayor han comenzado a leer “Carla”, el nuevo libro de la escritora tafallesa Begoña Lisón que este curso se recomienda como lectura.

     Lisón, que ya se adentró en la creación de cuentos infantiles, aborda ahora la vida de una chica que acaba de terminar la Selectividad y quiere estudiar Psicología.

     La escritora, nacida en Zaragoza pero que lleva toda vida en Tafalla, relata cómo la protagonista, durante el verano, conoce a Ibai, de quien se enamora y le revela el mundo de las carreras ilegales.

      Debido a una borrachera, su vida queda truncada. Jordi, un muchacho de último curso de psicología, aparecerá en su vida. Es hijo de un famoso psiquiatra, que es dueño de una clínica de rehabilitación. Carla acudirá a sesiones de Alcohólicos como oyente, ya que tiene claro que hará su tesis sobre: "El efecto que produce el alcohol en los jóvenes", allí descubrirá a María una ex alcohólica, y ayudará a Jordi en su tesis sobre la prostitución.

      “Es una historia para adolescentes, padres, profesores y adultos. Disfruté mucho escribiéndola. Me llevó a mi adolescencia. Las situaciones que planteo son de actualidad. Aunque la historia es ficticia bien podrían estar pasando ahora por esas situaciones algunas personas”,  ha señalado la autora.

El Olitense

LAS ELECCIONES USA REPITEN LA FOTO SOCIOLÓGICA DE 2016

      De momento es evidente que la inmensa mayoría de los que votaron a Trump hace cuatro años han vuelto a hacerlo. Y no me extraña, no, porque es más que probable que Trump haya sido el presidente que menos ha defraudado a sus votantes a lo largo de la Historia de EE.UU. Si lo votaron por ultranacionalista, machista, racista, homófobo, negacionista de todo tipo, apologista de los valores más rancios y primitivos y, en definitiva, tan marrullero y mala persona como ellos, porque admiraban cómo se pasaba toda convención democrática e incluso humana por el forro de sus cojones, si lo que querían era que cerrara el país en sí mismo y acabara de una vez con todas las alianzas y hasta simpatías que EE.UU se había granjeado en el mundo, si no querían oír hablar de una Pandemia que ha matado ya a 233.000 estadounidenses porque lo que les pase a sus vecinos les importa una soberana mierda, no han podido tener mejor presidente, no les ha defraudado absolutamente en nada.

      Luego ya, y como este comentario ni tiene intención alguna ser ecuánime, moderado, sesudo, ni nada por el estilo, para eso compraos un periódico o escuchar la homilía de Gabilondo, veo el mapa electoral que resulta de las elecciones de ayer, y no me queda otra que convenir que -exceptuando los estados que dan al Caribe, digo yo que por la cosa del calor o vete a saber-, cualquiera diría que en aquel país, cuanto más te alejas de la costa, cuanto menos llega la brisa del mar, más idiota o mala persona se vuelve la gente. Creo que habría que estudiarlo, vamos, como si no lo estaría ya de sobra.

     Por otro lado, y aunque es verdad que todavía queda un halo de esperanza de que pueda ganar el otro, lo cual, sin embargo, no cambiaría para nada la fotografía sociológica que vuelven a dejar estas elecciones, confieso que siento verdadero morbo imaginándome que Trump vuelve a ganar las elecciones y lo primero que hace es destituir a Fauci, el principal experto de EE.UU. en enfermedades infecciosas al cargo de la lucha contra el Covid19, al grito de: ¡A tomar por culo la ciencia de una vez! Eso y nombrar en su lugar a uno de sus más conspicuos seguidores: Sylvester Stallone.

Txema Arinas