En los mandatos de Visita de 1632, se dice que se encontraba en la iglesia del Cerco, en una hornacina en la pared, con su pequeña reja y llave. La iglesia estaba permanentemente abierta -de ahí su gran enrejado- y de su culto constante se encargaban los canónigos de Toulouse. No obstante, con frecuencia la sacaban los sacerdotes de su hornacina para exponerla y darla a venerar a los fieles. En 1647, el visitador ordenó que se restringiera su exhibición fuera de la iglesia a los días más solemnes del año.
Con el paso del tiempo, el relicario quedó guardado en la parroquia de San Pedro, en el centro del pueblo. Coincidiendo con la rehabilitación del Camino de la Vera Cruz -inicialmente señalizado en el año 2012, pero sin seguimiento en su dinamización hasta hace bien poco-, el relicario ha vuelto a su lugar original. Desde este 14 de septiembre de 2021, se halla expuesto en la iglesia de San Saturnino, en el cerco de Artajona, para deleite de peregrinos, visitantes y enamorados del arte y de la Historia.