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martes, 26 de agosto de 2008

FIESTAS Y POLÍTICA EN CARCASTILLO


Como todos los años a principios de agosto, Carcastillo ha celebrado sus tradicionalmente alegres y relajadas fiestas patronales. Los prolegómenos, sin embargo, estuvieron marcados esta vez por las tensiones sociales que tienen su reflejo en la conflictiva relación entre los dos grupos presentes en el ayuntamiento: el de UPN con 6 concejales, y el de independientes, de corte progresista, con 5.

El programa de fiestas, editado por el ayuntamiento, recogía, además de su saludo protocolario, una entrevista personal con el alcalde Julio Prieto, en el que hacía un balance del año transcurrido en su gestión. Nada que objetar hasta ahí. Mucho más discutible es la procedencia de utilizar el programa de fiestas para defender ante el pueblo, mediante un escrito de dos hojas, su difícil posición en el tema del campo de hierba artificial.

Esa utilización es mucho más criticable cuando la primera decisión del alcalde y de su grupo al iniciarse la legislatura fue la reducción del número de plenos ordinarios al mínimo permitido por la Ley (no cada tres meses). Y cuando su actitud, en este tema como en otros, ha estado orientada a eludir el debate social, obviando la opinión de la oposición municipal, de la directiva del Club Deportivo Larrate y del vecindario en general.

El grupo de independientes, que había gobernado el ayuntamiento en los ocho años anteriores, había conseguido en la anterior legislatura del Gobierno de Navarra, una subvención de 59 millones de pesetas, con la que se financiaba parcialmente la construcción de un campo de hierba artificial. Por supuesto quedaba abierto a la discusión cómo obtener el resto necesario para la ejecución, incluso la misma viabilidad del proyecto. Lo que no tiene justificación es dejar pasar el tiempo hasta agotar el plazo sin interesarse siquiera por las ideas que tenía el anterior ayuntamiento para la financiación.

Argumenta Prieto en su escrito del programa de fiestas que es prioritaria la mejora de las instalaciones de las piscinas para homologarlas con la normativa actual de funcionamiento. Plantea así una engañosa dicotomía campo de futbol/piscina, puesto que hay un margen hasta el año 2017 para cumplir las condiciones de la última. Y no es comparable la rentabilidad social de unas instalaciones que se abren durante dos meses al año con otras que abren una oportunidad casi permanente de práctica deportiva a los chavales y jóvenes del pueblo.

Prieto exhibe con pésimo gusto su trayectoria personal de compromiso con el Larrate y acusa a la oposición de buscar con esta polémica el desprestigio de UPN. De esta forma quiere ocultar su gestión oscurantista, su política de veto a la participación popular y de ninguneo a la labor del anterior gobierno municipal, que además de modernizar las instalaciones del campo de futbol, construyó la rotonda e instalaciones de redes necesarias para la realización del polígono industrial y dejó gestionadas las subvenciones, rehabilitó el edificio del ayuntamiento, consiguió que Carcastillo se convirtiera en base de la ambulancia medicalizada para la zona, mantuvo una economía saneada y se preocupó por abrir cauces a la participación.

El chupinazo que el sábado 2 de agosto anunciaba el inicio de las fiestas junto al grito de ¡Gora Zarrakaztelu! de un miembro del prestigioso grupo local de gaiteros, fue reflejo de ese ambiente políticamente tenso, con pancartas alusivas al alcalde y alguna concejala, así como al polígono de tiro de las Bardenas. Las nuevas gradas que se han colocado en la plaza para las vaquillas no han gustado a casi nadie y han supuesto un nuevo frente de polémica. Sigue habiendo energía social y capacidad crítica en Carcastillo, a pesar del alcalde y de UPN.

Praxku( 5/8/08)

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