Hoy nos llega la pésima noticia de que Defensa pretende un convenio de 30 años para continuar con el polígono de tiro en las Bardenas. Nuestra perplejidad y disgusto no nos impide pensar, sin embargo, que es lógico que Defensa lo pretenda ante unas instituciones navarras –Gobierno y partidos que se turnan en el poder- - totalmente sometidas a intereses ajenos a la población circundante al polígono, y una Comunidad de Bardenas suspirante por la máxima renta posible a obtener por un nuevo convenio. Con un panorama así, no es raro que Defensa pida un convenio por 15, 20 y, ¿Por qué no?, por 30 años más.
En el caso de firmarse este nuevo convenio con la pasividad de las autoridades navarras y con el acuerdo de UPN y PSN, que son quienes determinan el voto de la Comunidad de Bardenas, se habrá firmado bajo su responsabilidad, que durante todos esos años, seamos blanco y objetivo militar en caso de confrontación bélica. ¿Quién puede asegurar que estemos libre de ella en los próximos 30 años? Se habrá firmado, además, que no dispongamos de información transparente sobre el tipo de armamento que se experimenta en Bardenas y sobre sus posibles consecuencias para nuestra salud. Se habrá firmado, que los intereses de la Defensa prevalezcan sobre los de la población que vivimos en torno al polígono de tiro. Se habrá firmado que durante los próximos 30 años corramos el riesgo de que aviones, bombas o diverso cargamento llueva sobre nuestras cabezas. Y, por supuesto, se habrá firmado que Bardenas sea un escenario de entrenamiento para la más cruel de las actividades humanas, las guerras. En compensación, seguro que la renta recibida por la Comunidad todavía es superior a los más de 4,1 millones de euros actuales.
Ante algo así, no podemos permanecer pasivos. La Asamblea Antipolígono anunciará oportunamente un plan para intentar parar esta locura.
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