Por fín, desde ayer Franco ya no es alcalde de mi ciudad. Ni es hijo adoptivo ni está en posesión del único escudo de la ciudad concedido ni es alcalde honorario a perpetuidad. Todos ellos títulos otorgados durante su dictadura.
Es muy lamantable que hayan tenido que pasar 35 años desde la muerte del dictador para que le retiremos todo aquel cúmulo de honores con los que fue adornado por quienes en aquellas fechas eran los prohombres de la ciudad. Y no es precisamente para echar las campanas al vuelo que haya tenido que pasar más de un año para hacer efectivo algo que ya entonces resultó evidente pero genero cierto pánico entre los mandatarios socialistas municipales que descafeinaron la propuesta presentada por CHA mediante un acuerdo con el PP. (klik egin-ver más)
el blog de miguel solana
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