En los sondeos, en la calle y en las conversaciones de los altos tecnócratas, las señales de que en Francia algo se está moviendo son múltiples. Como una placa tectónica, los partidos de la izquierda que aboga por una ruptura con el capitalismo están subiendo y ganando adeptos.Las encuestas lo apuntan. El surgimiento en el paisaje político francés del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA), una agrupación política enteramente nueva, es la principal señal del movimiento telúrico que se está produciendo en el seno de una izquierda, cuyo color se va volviendo progresivamente más rojo. (klik egin-ver más)
Público
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