Centenares de personas participaron ayer en la romería organizada en el collado de Zelatun con el lema Gazume salba dezagun/Salvemos Gazume para reivindicar que se paralice el proyecto de crear un parque eólico en la citada montaña.
Los montañeros se sumaron así a la oposición institucional que también ha generado el plan. Y es que ayuntamientos, políticos de todos los partidos, asociaciones ecologistas, entidades ciudadanas, las Juntas Generales del territorio y la propia Diputación han solicitado al Gobierno Vasco que no autorice la colocación de quince molinos de viento en el entorno protegido del monte Gazume, declarado Lugar de Interés Comunitario y situado en los términos municipales de Azpeitia, Errezil y Asteasu.
El alcalde de Errezil, Iñaki Oiartzabal, declaró que "esta obra supone la industrialización del entorno natural de Gazume. Además del impacto ambiental, los generadores provocarían un ruido que se escucharía desde lejos y en la fase de construcción se removerían 4.500 metros cúbicos de tierras".Además, en opinión de los opositores al proyecto, éste supondría la alteración y destrucción de habitats y paisajes protegidos, colisiones, electrocuciones, molestias, fragmentación y efecto barrera para las aves en una zona de paso migratorio, así como erosión y riesgo de introducción de especies invasoras. Asimismo, el alcalde errezildarra incidía en que además de este daño ecológico al entorno, la materialización de esta instalación "afectaría a tradiciones que se mantienen vivas, como la ancestral romería de septiembre en Ernio y Zelatun".
Los montañeros se sumaron así a la oposición institucional que también ha generado el plan. Y es que ayuntamientos, políticos de todos los partidos, asociaciones ecologistas, entidades ciudadanas, las Juntas Generales del territorio y la propia Diputación han solicitado al Gobierno Vasco que no autorice la colocación de quince molinos de viento en el entorno protegido del monte Gazume, declarado Lugar de Interés Comunitario y situado en los términos municipales de Azpeitia, Errezil y Asteasu.
El alcalde de Errezil, Iñaki Oiartzabal, declaró que "esta obra supone la industrialización del entorno natural de Gazume. Además del impacto ambiental, los generadores provocarían un ruido que se escucharía desde lejos y en la fase de construcción se removerían 4.500 metros cúbicos de tierras".Además, en opinión de los opositores al proyecto, éste supondría la alteración y destrucción de habitats y paisajes protegidos, colisiones, electrocuciones, molestias, fragmentación y efecto barrera para las aves en una zona de paso migratorio, así como erosión y riesgo de introducción de especies invasoras. Asimismo, el alcalde errezildarra incidía en que además de este daño ecológico al entorno, la materialización de esta instalación "afectaría a tradiciones que se mantienen vivas, como la ancestral romería de septiembre en Ernio y Zelatun".
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