La décima edición de la Fiesta del Mundo Rural ha sido un auténtico éxito. Tanto por la extraordinaria afluencia de visitantes como por la calidad de la reproducción que los mirandeses han hecho de los oficios y las tradiciones de antaño. Sogueros, tostoneras, herreros, bolilleras, trenzadoras de ajos, cañiceros, adoberos, heladeras....y alguna anciana vestida de negro riguroso que confería veracidad al marco. La exposición también ha sido muy concurrida, a pesar de tener que aguantar el asfixiante calor que hacía allí dentro. Perfecta la señalización que ha preparado la organización, si no fuera porque estaba exclusivamente en castellano, algo que no costaría mucho subsanar cara a la próxima edición.
El próximo sábado 25 habrá una fiesta de las mismas características en Piedramillera, el Día de la Trilla. Y en la primera semana de septiembre la célebre Orhipean en Otsagi-Ochagavía. Nuevas ocasiones para conocer las técnicas de oficios además de la vida social que tenían nuestros pueblos hace un siglo.
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