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viernes, 10 de julio de 2009

OLENTZERO Y AÑO FESTIVO

El canto navarro más universalmente conocido es sin género de dudas el Uno de enero, dos de febrero… Un análisis pormenorizado de su texto nos conduce inexorablemente a reconocer la sintaxis euskérica en su texto: "A Pamplona hemos de ir…" ningún ciudadano de Salamanca podría ser su autor. Y más adelante la rima le obligó al letrista a firmar lo de "con una media y un calcetín". El letrista fue Ignacio Baleztena Azkarate, que usó como seudónimos los de Premín de Iruña y Tiburtzio de Okabio, el nombre de un monte de Leitza, pueblo de sus ancestros. Ignacio Baleztena se adelantó sin duda a la expresión surrealista en la literatura y compuso letrillas con un mensaje lírico que trasciende al razonamiento: "Los borrachos en el cementerio juegan al mus…".
La escalera, desde el 1 de enero hasta el 7 de julio se sube a lomos de la música de un villancico euskaldun, Olentzero buru haundia … Quizá Baleztena utilizaba ahí una de sus máximas, que yo empleé en un homenaje a Bernardo Estornés Lasa, escritor, al que han copiado a degüello: Si inventas algo, métele un gazapo para seguir la pista de los que te copien. La escalera no acaba el catorce de julio porque al Pobre de mí se le replica con el ya falta menos y es que la vida se puede entender desde la fiesta durante todo el año igual que se pude entender desde la solidaridad o el drama. Ignacio Baleztena en su libro Navarrerías de 1928 se confesaba seguidor de Arturo Kanpion y colaboró con Dámaso de Intza en la promoción de la primera escuela vasca de Pam plona. Un artículo suyo sobre el colegio de Lekarotz termina con la siguiente frase "en castellano": "y los dantzaris de Lecaroz daban cada zilipurdi, como si les ziricasen en el ipurdi con un acullo".
Jaiak bizipozaren irudikapena dira. Bizipoza bizitzeko poza ez-ezik, bizimoduari zentzua ematen dion ikuspegia da batzuentzat. Bizitzako denbora.
Patxi Zabaleta (en Diario de Noticias)

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