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miércoles, 30 de septiembre de 2009

MIGUEL SANZ, EL EXTERMINADOR

El por ahora último episodio de la política navarra, la expulsión del CDN del Gobierno de Navarra, pone de manifiesto las grandes virtudes de Miguel Sanz como político. Por debajo de esa apariencia rocera y campechana, de ese gracejo ribero que lo mismo ataca una jota que atribuye a Demóstenes la espada de Damocles, se halla una mentalidad fría y depredadora, un auténtico instinto asesino que le ha permitido ir escalando peldaños en la escalera del poder pasando por encima de los cadáveres de sus adversarios. Una personalidad demoledora que le ha permitido dar puñaladas traperas cada vez que ha hecho falta sin perder la sonrisa.

Recordemos que Sanz dio sus primeros pasos en política como alcalde de Corella y como parlamentario foral por UPN (no tuvo reparo en abandonar a la UGT en cuyas listas había figurado en cuanto vio horizontes más despejados en otro sitio). Enseguida se convirtió en el número dos del sector llamado “renovador” liderado por Juan Cruz Alli, que en cuanto pudieron dejaron fuera de juego al patriarca fundador del partido, Jesús Aizpún. Contra la opinión de Aizpún y con su voto en contra pactaron una peculiar fusión con el PP de Del Burgo y compañía que les aseguró el asalto del Gobierno de Navarra, donde Sanz se convirtió en vicepresidente. (klik egin-ver más)
La Txistorra Digital

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