Según fuentes de toda solvencia a las que ha tenido acceso GARA, el donostiarra Jon Anza habría sido interceptado en el tren que tomó en dirección a Toulouse, el 18 de abril, por agentes de un cuerpo policial español. El secuestro del militante de ETA, gravemente enfermo, habría dado paso a interrogatorios ilegales en cuyo transcurso falleció. Estas fuentes aseguran que decidieron entonces deshacerse del cuerpo sin vida, enterrándolo en territorio francés. (klik egin-ver más)
GARA
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