El pasado día 4 fue enterrado en Xabier el jesuita Antonio Zavala, etnógrafo e historiador , que dedicó toda su vida al estudio y a la difusión de la literatura popular. Escribió siempre en euskera aun cuando tradujo en ocasiones sus artículos al castellano para colaborar con algunos medios de fuera de Euskal Herria, como el Diario del Alto Aragón, por ejemplo. Su gran pasión era caminar, observar y contar. Y contar lo que veía, lo que oía y lo que leía, con su estilo sencillo y encantador. Recorrió los caseríos de todo el país en busca de bertsos escritos, para luego divulgarlos y rescatarlos de un olvido inevitable.
Hoy vamos a contar resumidamente en gerindabai una historia que recogió y sobre la que escribió tras una visita a Artajona: “Artaxonako mandatari bizkorra” (La veloz mensajera de Artajona)
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