Hace un tiempo que los falcesinos, residentes o no en el pueblo, venimos presenciando todo un espectáculo con la situación del edificio del antiguo Hospital. El espíritu navideño parece que ayudó a traer el sentido común y que aparentemente todo se solucionara. En el cambio de opinión del Ayuntamiento mucho ha tenido que ver el trabajo del colectivo Salvemos el Hospital quien ha hecho valer los intereses de los usuarios del edificio y del pueblo en general, a través de una oposición social constructiva, que con una labor silenciosa pero efectiva ha tratado de conseguir que no se abandone el edificio para evitar su ruina total. Y lo han conseguido. No ha sido fácil, ha sido necesario un trabajo arduo, persistente, a veces un tanto desquiciante y sin sentido. No exagero pues la información a los afectados ha sido escasa y lenta y, en ocasiones, ha llegado a través de las no siempre ciertas noticias de los medios de comunicación. Tradiciones de más de 50 años como la Cabalgata de Reyes han estado a punto de suspenderse… Todo para que finalmente, lo que en principio era imposible se haya solucionado fácilmente y vuelva la normalidad. Así pues, gracias a todos aquellos que habéis hecho posible que el Hospital siga estando donde está y siga siendo lo que ha sido, un auténtico motor de historia, arte y cultura, toda una seña de identidad de nuestro pueblo. Gracias, gracias, gracias. Ahora, deberemos estar atentos para que se completen cuanto antes las obras prometidas, para las que no necesitamos ningún espontáneo “Avelino” sino decisión y voluntad política a la hora de afrontar la realidad, algo que esperamos no se desvanezca con el final de la Navidad.
Carlos Amatriain Busto
Carlos Amatriain Busto
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