La garganta de Holtzarte está enclavada en la confluencia de dos torrentes, en uno de los parajes más bellos del Pirineo vasco. Y uno de los más conocidos gracias a su pasarela, construída hace 90 años para la explotación forestal, que con su inevitable balanceo al cruzarla da un toque aventurero a la excursión, tanto para quienes buscan acceder desde aquí a los gigantes de la muga como para quienes simplemente llegan desde el albergue de Lojibarrea, cercano a Larrañe, para contemplar la caída vertiginosa de estas paredes verticales y el fondo del cañón, 180 metros por debajo del puente.
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