Un 15 de agosto como hoy se perpetró uno de los más espantosos crímenes de los que protagonizarlon los matones fascistas. Comenzó en Larraga y se consumó en Iruñela, en el valle de Yerri. A Josefina Lamberto, hija y hermana de los asesinados, le secuestraron durante décadas para que olvidase lo que ocurrió cuando apenas tenía siete años. Hoy el Diario de Noticias publica una vez más su testimonio, para que lo conozcan tanto las nueva generaciones como quienes nunca quisieron saber lo que aquí, en Larraga y en otros muchos pueblos, ocurrió.
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