Pudo ganar cualquiera, pero no pudo ser al final. Tras un choque agónico, Iñigo Díaz, el pelotari de Santacara, cayó eliminado anoche en Balmaseda tras un partido descarnado, duro, emocionante por lo incierto del marcador y jugado de poder a poder por los dos protagonistas, que se dejaron la piel en cada pelotazo. Uno de los tantos finales concluyó con los dos pelotaris tendidos en el suelo, exhaustos, entre la ovación del público.
Nada menos que doce empates se registraron, con este marcador: 3-4, 4-5, 4-6, 6-6, 7-6, 7-7, 8-7, 8-8, 8-10, 10-10, 10-11, 11-11, 14-11, 14-14, 15-14, 15-15, 16-15, 16-16, 16-17, 17-17, 20-17, 20-20, 21-20, 21-21 y 21-22. La máxima diferencia fue de tres tantos. El dinero salió 60 a 100 por el pelotari de Zarátamo, la gran esperanza vizcaina, cuya trayectoria ascendente intentará ahora frenar González.
Iñigo lo tuvo con un 20-17 favorable, pero le abandonó la suerte. Con el 21-20 se vendió con una arriesgada dejada. ¿Decisión errónea? Si le hubiera salido bien, estaríamos hablando de otra cosa, de jugar contra el actual campeón, Sebastien González. No podrá apartar de su cabeza la ocasión perdida, esa última dejada y las tres faltas de saque que cometió. Pero dejó claro que hoy en día puede ganar a cualquiera en la jaula.
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