37 años después el Alavés ha vuelto a San Francisco y como en aquella ocasión lo ha hecho con una victoria, ni mucho menos tan cómoda como el marcador (0-3) pudiera dar a entender. La Peña ha tuteado al once vitoriano a lo largo del encuentro, pero la muy superior pegada del contrario y un error arbitral al anular a Txitxo un gol de cabeza en el segundo tiempo con el 0-1 en el marcador que hubiese supuesto el empate han condenado a los tafalleses. En resumen, la Peña no sólo ha puesto voluntad, sino también juego, en lo que no ha sido menos que el Alavés, pero una nueva derrota que ahonda el hueco respecto a los puestos de salvación. La grave lesión de Zubillaga supone también un serio contratiempo en una plantilla limitada, pero no hay otra. Al equipo no se le puede negar el esfuerzo que hace. No hay otro camino para que puedan llegar las victorias necesarias para intentar escalar posiciones.
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