La única función real que ha tenido el Fuerte de Ezkaba ha sido como presidio, primero para encarcelar a presos de Eibar y Asturias que participaron en la revolución de 1934, y a partir de 1936 para encerrar a los disidentes antifranquistas. Sin embargo, las actuaciones de los organismos oficiales intentan ocultar esta realidad y evitar que se recupere la memoria histórica.
El denominado Fuerte de Alfonso XII se empezó a construir en la cima del monte Ezkaba, a casi 900 metros de altitud, en el año 1878. La última Guerra Carlista ya había terminado y los vencedores de la contienda decidieron levantar allí una gran fortaleza militar para controlar Iruñea y su comarca. Este Fuerte fue proyectado para el tipo de guerras de la época en que comenzó a edificarse, pero las obras tardaron casi 40 años en estar finalizadas. Para entonces ya había nacido la aviación, y con ella la posibilidad de bombardear desde el aire. En definitiva, esta gran obra militar nació obsoleta, y nunca tuvo la función defensiva para la que fue creada. (klik egin-ver más)
Iñaki Vigor, en GARA
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