Caja Navarra, en la era Sanz-Barcina, ha pasado de ser una de las entidades con mayores recursos propios en relación a su tamaño de todo el Estado, a formar parte del reducido club de entidades suspendidas en el test de stress. Ha pasado de ser una entidad de control público y emblemática en la economía navarra, a convertirse en un banco privado con un evidente proceso de desarraigo de nuestra Comunidad. Y se ha hurtado a la sociedad navarra la oportunidad de plantearse la defensa del carácter público de la Caja.Para las obsesiones enfermizas de UPN la deslocalización hacia Sevilla queda más cerca que el entendimiento con las Cajas Vasconavarras que comparten sinergias económicas y forales. Un entendimiento natural, altamente compatible y avalado por razones técnicas. Y queda por cuantificar lo que la operación va a suponer en puestos de trabajo y pérdidas para las arcas forales. (klik egin-ver más) Nabaizaleok Wordpress
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