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lunes, 13 de diciembre de 2010

INTERPRETANDO LA FILTRACIÓN DE WIKILEAKS


Algo huele a podrido. El contenido de los documentos redactados por funcionarios de las embajadas de Estados Unidos emplazas en el mundo no puede dejarnos indiferentes. En primer lugar podemos constatar el bajo perfil y la mediocridad de quienes redactaban dichos memorandos. Ahora bien, la ingenuidad política no existe. Por este motivo cabe preguntarse, sin ánimo de incordiar: ¿cuál ha sido la razón por la cual Wikileaks dio la exclusiva a cinco empresas privadas de la comunicación? Lo que en principio debía ser acto de democracia informativa se transforma en un show mediático. Cuesta digerir la decisión de Wikileaks, más aún cuando los cinco medios elegidos: Le Monde, The Guardian, The New York Times, Der Spiegel y El País, optaron por actuar al unísono y poner en conocimiento del Departamento de Estado estadounidense su contenido, antes de lanzarlo al público. Así comienza la adulteración. ¿Tal vez Wikileaks pensó en proteger a los informantes y de paso evitar un linchamiento a sus principales directivos? Un quid pro quo.
(klik egin-ver más) Marcos Roitman (en La Jornada)

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