En la muga de las dos Navarras, esta montaña de poco más de mil metros adquiere un aspecto imponente desde las tierras bajas de Baigorri. Su muralla de centenares de metros le hace parecer desde allí inaccesible, y ciertamente puede serlo si no se alcanza el paso estratégico al pie de la pared. La ascensión más clásica es la que parte del bello pueblo bajonavarro de Bidarrai.
Desde el puerto de Izpegi, uno de los extremos del alargado cresterío, es más sencillo, y nos permite visitar previamente las cimas de Lauordena y Astate. Desde el portillo de Pausogaizto, la visión de los cuchillares de Aintziaga descendiendo vertiginosamente sobre el barranco es de las que no se olvidan con facilidad.