TRASVASE

Juanfran se ha ido al Atlético de Madrid, Cejudo ha fichado por Osasuna, Corominas viene cedido y Alfonso Úcar abandona UPN e ingresa en el PPN. Vamos, la rutina habitual del mercado de invierno, que en el caso del fútbol dura hasta el 31 de enero y en el de los políticos es perenne pero se acentúa en cuanto sus aviesos olfatos huelen a elecciones y los subsiguientes cargos, puestos y sillas. Dice Úcar que el PPN le ha ofrecido "un nuevo proyecto y tengo ganas de trabajar en él". Nada que objetar, todos funcionamos por proyectos, y, a lo que se ve, a Úcar lo iban a tener en el banquillo en UPN y en cambio en el PPN le han colocado como titular para la alcaldía de Egüés. Úcar ya sabe lo que es ser titular y como les sucede a muchos políticos la perspectiva del banquillo iba a poder con él, con lo cual ha aceptado el encargo del PPN y por supuesto niega que la clave sea que pidiera a Yolandamari silla en el Parlamento con UPN y ésta se lo negara. Reconocer eso sería como reconocer que lo que le importa es jugar y lo de menos es la camiseta que lleve puesta. Mientras, desde UPN afirman categóricamente que así fue, que una vez que tuvo la oferta del PPN pidió puesto en el Parlamento a UPN y, al negarse UPN, Úcar se dio el piro. No me digan que no resultan entrañables los tejemanejes de la política, la más alta expresión de lealtad a unos principios, je-je. Los de UPN acusan al PPN de ser un poco como el Athletic de Bilbao y éstos a su vez se defienden diciendo que ya no creen que haya muchos nuevos desembarcos. Claro, no hay muchos posibles puestos para ofrecer, por una simple cuestión numérica siempre puede caer algo más en UPN que en el PPN. Si fuera al revés, el trasvase sería incesante. A este paso les van a tener que poner cláusulas de rescisión.

Jorge Nagore, en Diario de Noticias