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miércoles, 16 de febrero de 2011

EL CASO DE MARISA A., EXPULSADA DE SU CASA POR EL BANCO SANTANDER


Durante 33 años he estado trabajando, he sido enfermera hasta que en 2005 me emitieron una incapacidad permanente profesional. Mi salario, que me daba para pagar mi casa y mantener a mi familia, pasó a ser una pensión. Había contratado la hipoteca en 1998; al principio pagaba 900 euros. En 2005 me dieron la incapacidad, cuando ni siquiera estaba la crisis. Pasé a cobrar una pensión de 1.200 euros que no cubría la cuota de la hipoteca, que había subido a 1.500 euros por la subida del Euribor. Les pedí que alargaran en el tiempo la hipoteca (que hicieran una novación) por una hipoteca menor. El banco no quiso negociar y he estado pagando hasta 2008; he sacado dinero de debajo de las piedras para mantener esa casa, en la que viven mis dos hijos, que son discapacitados. Cuando me quedé sin nada, comenzaron las amenazas: cartas, llamadas… Me deprimí y estuve en tratamiento. Escribí al presidente del Santander, el señor Botín y nunca contestó. (klik egin-ver más) Diagonal

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