La decisión del Tribunal Supremo de impedir a Bildu concurrir a las elecciones municipales y forales del próximo día 22 supone en la práctica un espaldarazo al pacto PSE-PP. El guión trazado desde hace tiempo en los cuarteles socialistas se materializa ahora al quedar expedito el camino hacia una mayoría de ambas formaciones en algunos municipios, y quizás en alguna diputación territorial, en los que de otro modo no podrían alcanzarlo. La teoría ya fue ensayada con éxito hace cuatro años con la ilegalización entonces de hasta 133 planchas municipales de ANV -otras tantas sí pudieron concurrir en sus respectivas localidades- y como consecuencia de ello quedó alterado absolutamente el mapa electoral vasco y mutilada la participación política del cuerpo electoral de Hegoalde.
La otra derivada de la decisión del TS de vetar a Bildu es la situación en la que quedan los dos partidos que integran la coalición: EA y Alternatiba. Al apostar por Bildu y no registrar su candidatura, quedan abocados a su desaparición electoral en estos comicios. Deia
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