La Puerta del Sol de Madrid no es la Qasba tunecina, tampoco es la plaza Tahrir ¿podrá serlo? Seguramente es pronto para los pronósticos. En ello andan los expertos, sociólogos e intelectuales sabelotodo que crecen como los champiñones en los días de lluvia. También les preocupa y les ocupa a más de un político, que a buen seguro, anda sacando los sensores a la calle para medir por donde sopla y si conviene desplegar a barlovento o a sotavento. Por supuesto, la jauría mediática también anda de caza y los lebreles husmean más o menos camuflados de periodistas enrollados.
(klik egin-ver más) Ángeles Díez (en Rebelión)
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