En la foto podéis ver la plaza de junto a la iglesia llena de coches. La gente llega hasta aquí pensando encontrar sitio para aparcar y lo normal es que la encuentren ocupada y haya otros vehículos intentando salir de esta ratonera.
Al final todos los que llegan hasta esta plaza tienen que volver a salir a las afueras del pueblo y dejar el coche donde bien pueden. Cuando retornan a pie hacia el santuario vuelven a sufrir otra vez el problema, ahora como peatones, esquivando coches aparcados, coches que suben y coches que bajan.
No hay ninguna señal de tráfico que regule el acceso. Ni señales de si se puede aparcar o no en la calle de subida al santuario.Por ello ha habido veces que hasta algún autobús ha pretendido llegar hasta arriba del todo creando el consiguiente caos circulatorio en una calzada que de por sí ya es estrecha. (klik egin-ver más) Mikel Burgui, en su blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario