Los medios de comunicación están bombardeando hoy con la falsa noticia de que los ‘rebeldes están llegando a Trípoli’. La realidad es que los rebeldes patrocinados por la OTAN llevan varias semanas retrocediendo posiciones en Libia, y lo que estamos viendo es un intento desesperado de matar a Gadafi antes de perder completamente la guerra, o de crear un estado de confusión permanente en el país y convertirlo en un nuevo Afganistán. Para ello, la Otan ha diseñado una campaña en pleno Trípoli.
La guerra de Libia es una guerra colonialista, del mismo cuño que la invasión a Irak. La diferencia es que en esta ocasión la Otan no puede plantar a sus soldados sobre el terreno, porque encontraría una fuerte oposición internacional, especialmente de Rusia y China. De esta forma, la Otan solamente mantiene el control aéreo, lo cual se ha mostrado insuficiente para ganar esta guerra. A día de hoy, Gadafi mantiene el apoyo de la mayor parte de las tribus del país.
La prensa occidental ahora mismo no es una fuente confiable para conocer lo que está ocurriendo en Libia. Ni siquiera lo es la cadena árabe Al Yazira, propiedad del sultanato de Qatar, que casualmente es quien gestionará la nueva empresa que se ha formado en Libia para manejar el petróleo del país una vez Gadafi sea derrocado.
Para encontrar información más fidedigna, hay que recurrir a medios de comunicación externos a la influencia de EEUU o Europa, como Telesur, prensa rusa como Pravda, la PressTV iraní, o blogs como Red Voltaire o Leonor en Libia.
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