La imagen del Sagrado Corazón decapitada en Peralta en fiestas de Santa Lucía se encuentra ya en fase de reparación en la localidad manchega de Quintanar de la Orden, donde el prestigioso escultor local Felipe Torres Villarejo se va a ocupar de su restauración.
La peculiar resolución de la gamberrada mediante un acuerdo entre el párroco y los padres de los autores, se sigue comentando en Peralta. Los autores ni eran "los de siempre", como tendenciosamente se repetía en los días posteriores, ni pertenecían a ningún movimiento laicista. Al parecer, sus familias gozan del status suficiente para tras una discreta negociación con la iglesia, haber conseguido la retirada de la denuncia. Mejor que haya sido así, pero no deja de ser una muestra más de los espectaculares flancos de desigualdad de la presuntamente ciega Justicia.
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